Las Vegas (Estados Unidos) (AFP) – Expertos en tecnología llegarán a Las Vegas esta semana para la feria anual de electrónica CES, que abre al público el jueves, aunque una de las innovaciones más esperadas puede estar nuevamente ausente: los automóviles sin conductor.
Los vehículos autónomos se presentan desde hace mucho tiempo como el nuevo amanecer del transporte y las principales compañías tecnológicas del mundo han invertido miles de millones de dólares para estar listos.
Sin embargo, pese a los avances constantes, los viajes robóticos aún no se han logrado en las carreteras abiertas. Incluso los Tesla de Elon Musk requieren «un conductor totalmente atento», aunque el multimillonario asegura que sus autos pronto serán autónomos.
Waymo, filial de Alphabet (matriz de Google), desde 2020 ofrece al público viajes sin conductor en Phoenix, Arizona, pero en caminos muy bien señalizados.
Cruise, una unidad de General Motors, fue la primera en obtener en junio la aprobación para transportar pasajeros en «robo-taxis» en San Francisco, una ciudad montañosa con patrones de tráfico más complicados, pero inicialmente solo de noche y dentro de una zona limitada.
En Las Vegas, donde entre el 5 y el 8 de enero se esperan cerca de 100.000 asistentes al Consumer Electronics Show (CES), los Uber no tripulados comenzaron a circular el mes pasado en colaboración con la empresa Motional, pero siempre con un humano a bordo, por si acaso.
«A Cualquier empresa que elimine sus conductores de seguridad le representa un gran problema», dijo Bryant Walker Smith, profesor de derecho especializado en vehículos autónomos en la Universidad de Carolina del Sur.
Se han reportado varios incidentes con los vehículos de Cruise y la agencia estadounidense de seguridad vial (NHTSA) abrió una investigación.
Para los expertos, el software se irá perfeccionando con el tiempo y la ubicuidad de los coches sin conductor es solo cuestión de tiempo.
«La verdadera gran pregunta (es…): ¿Qué tan rápido le toma a una empresa replicarse en otra ciudad como Los Ángeles o Minneapolis, donde nieva mucho? ¿Se reinventa la rueda cada vez o se vuelve más fácil?», planteó Smith.
Si bien muchas firmas trabajan en la conducción autónoma, varios redujeron sus ambiciones para centrarse en herramientas de asistencia como el control de velocidad, cambio de carril o estacionamiento asistido.
El gigante estadounidense Ford decidió en octubre vender su participación en la empresa de conducción autónoma Argo AI, alegando que prefería dar prioridad a tecnologías menos ambiciosas.
El director general de Tesla, Musk, promete con frecuencia que un vehículo totalmente autónomo está a la vuelta de la esquina, pero por ahora sus autos solo cuentan con «asistencia a la conducción».
"Sin camino rápido"
Desarrollar un automóvil sin conductor implica «un costo enorme… sin un camino rápido hacia la rentabilidad», estimó Jordan Greene, cofundador de la empresa AEye, que comercializa un sensor que permite a los vehículos una mejor percepción del entorno.
La conducción autónoma ya no depende tanto de los avances tecnológicos sino de la motivación de las empresas para realizar la inversión requerida, dijo.
«Sí, hay desafíos desde el punto de vista de la tecnología, pero el mayor desafío es el modelo de negocios», opinó.
Para Greene surgirán varios mercados potenciales, entre ellos el de los programas informáticos que los automovilistas actualizan de forma remota y periódica por una tarifa, al igual que los sistemas operativos para PC o teléfonos inteligentes.
El sector del transporte por carretera, escaso de choferes, también tiene interés en desarrollar soluciones de conducción autónoma, dijo.
La empresa austríaca Holon tiene previsto presentar en la feria CES un autobús autónomo para el transporte público, diseñado sin volante ni pedales.
Para Marco Kollmeier, director general de la empresa, los fracasos en este campo «son totalmente exagerados», con demasiada atención de los medios al más mínimo percance de conducción autónoma de un Tesla.
«El verdadero uso de la conducción autónoma no es solo que el conductor pueda dormirse mientras conduce», afirma. Un servicio como el de Holon puede «redefinir el transporte público» ofreciendo viajes a la carta o de ruta fija.
En cuanto a si los vehículos autónomos enfrentarán resistencia por parte del público, Greene no está demasiado preocupado.
«Esto entra dentro de la típica curva de adopción», afirma. «Cuando me dijeron que pagaría por subirme a un coche con un desconocido, no me lo creí. Ahora solo tomo Ubers».